Luciendo vestidos de colores negro y rojo, usando máscaras con colmillos enormes y lenguas salidas, 24 diablos participan cada año en la «Procesión de las Estaciones» que se realiza cada Viernes Santo en el Barrio San Francisco, de la parroquia La Merced, en la provincia de Pichincha. La Procesión la encabezan quienes representan el Vía Crusis de Jesús. Mientras ellos relatan pasajes bíblicos, los diablos los interrumpen, pues su misión es evitar que la gente pueda “escuchar la palabra del señor”. Ser diablo no es solo colocarse una máscara, un disfraz y asustar a las personas que van a la iglesia. Es asumir la responsabilidad de mantener viva las tradiciones del pueblo de La Merced. Según las creencias andinas, quien decide ser diablo debe cumplir 12 años seguidos realizando ese papel. Cuando acaba su ciclo debe dejar un heredero.
